“Yaracuy es Música “mostró sonoridad y variedad del tambor venezolano

A través del espacio cultural Entre Cantos y retretas que ofrece el Gobierno Bolivariano del estado Yaracuy para el esparcimiento del pueblo  así como para el rescate de los espacios públicos; recientemente la agrupación Yaracuy es Música del municipio Independencia,  mostró la sonoridad y variedad del tambor venezolano mediante la interpretación de un variado repertorio que incluyó fulías, parrandas, calipsos, golpes y sangueos.

En ese sentido, el numeroso público que se dio cita en la plaza Bolívar de San Felipe disfrutó de los diferentes golpes y cantos de la cultura afro ligada a la venezolana, hoy día convertida en música afro venezolana y que identifica de alguna manera cada rincón del país.

Jhomny Anzola,  director de la agrupación fundada en el año 2005,   explicó que Yaracuy es Música nace del seno de la asociación civil tambores de tierra mágica, donde la gran mayoría de sus integrantes tiene en su haber más de una década entregados al rescate de las manifestaciones culturales del país.

“Mas que una agrupación, Yaracuy es Música es una escuela de donde se intercambian ideas y más que eso, es un laboratorio de investigación, donde sus integrantes, en gran parte, profesionales de la educación, actúan como investigadores tomando de nuestro estado y del país diferentes expresiones culturales trasladándolas hasta las comunidades, escuelas, liceos, instituciones y universidades”, destacó Anzola.

Asimismo señaló que la muestra presentada en el marco del programa permanente impulsado por el Gobierno Regional a través del ICEY, estuvo cargada de todos esos sonidos que transmiten de alguna manera, la esencia de los pueblos venezolanos, entre estos: Gaita de Tambora (sur del lago); Chimbanqueles en honor a San Benito (Mérida, Trujillo y Zulia); Tambor Coreano y Veleño (Falcón); los Sones de Negros o Tamunangues (Lara).

También se escucharon en la plaza Bolívar de la capital yaracuyana los Sangueo y golpes de los pueblos de Cata, Chuao  y Choroní (Aragua) y los Calipsos del Callao, propios del estado Bolívar, además de las Tonadas de Quitiplas, Culo e Puya y Cantos de Fulía de (Vargas y Miranda). El recorrido musical  culminó con la ejecución de los sonidos característicos de  la tierra de mitos y leyendas, como son Sangueos, Golpes y Corríos.